SUEÑO LARGO Y DETALLADO (1)

Sensación de amnesia
(Capitulo 1)

...Estaba en mi actual lugar de trabajo, detrás de uno de mis compañeros intentando cuadrar un texto de una gráfica, en varios intentos decidimos cortarle lo que a nuestro parecer era lo que menos importancia tenia. Después me percate que el reloj marcaba las 18:12 horas. Sabía que tenia que salir corriendo. Me despedí de mi compañero y no se por que motivo le encargué que tuviera cuidado....es más lo deje encargado de la producción.

Al bajar por el elevador me detuve a pensar. Me dije a mi mismo -Y yo por qué le dije eso....ni que fuera su jefe-. Al meterme las manos al pantalón, como una de mis más frecuentes malas costumbres; me di cuenta que llevaba unas llaves al parecer de un automóvil. Igual pensé -¿Y esto?, ¿de quien serán estas llaves?..

Al llegar al Lobby del edificio el guardia de turno amablemente me dijo... ¿Que tal su día jefe? A lo cual inmediatamente respondí.... Pues igual de matado que siempre, gracias!!. El guardia me dijo -Horita le abro el portón...- Fue cuando me di cuenta que algo no cuadraba. El parqueo de la empresa esta destinado exclusivamente a los jefes y encargados de departamentos. Sin embargo el guardia salio inmediatamente por un pasillo corto que lo comunica a la salida del parqueo. Pensé en ese momento de seguro la puerta principal se debe haber trabado. Así que con un poco de molestia me dirigí ala puerta del parqueo, pensando en la flojera que era caminar unos 10 metros más para salir. Fue ahí cuando uno de los conserjes del edificio al verme de lejos corrió y jadeando me dijo -Quedo bien chilero jefazo....!!-, -¿Que cosa?- -Su nave jefe...- Cual fue mi sorpresa cuando me señaló hacia un auto que se parqueaba al fondo.

Se quedo viéndome como que esperaba algo... Meditando la situación y uniendo los cabos supuse entonces que las llaves, el guardia abriéndome el parqueo, más el conserje indicándome que había terminado aparentemente de lavar el carro. Llegue a la conclusión que al fin lo había comprado. Una meta que no veía realizarse por lo menos en unos cuantos años de sacrificio, ya se encontraba ahí...Y recién lavada!!.

Pues algo desconcertado me metí de nuevo la mano a la bolsa para sacar las llaves y comprobar así, si eran del automóvil en cuestión. Al sacarla un billete venia trabado entre las mismas. Las saqué y el billete cayó a los pies del conserje y me dijo: -Tamos cabalitos entonces patrón, pase feliz tarde!, se dio la vuelta y ya que llevaba casi media cuadra, me percate que era uno de a 50 el que tan gustosamente recogio.

Estaba tan confundido por el supuesto auto de mi propiedad que olvide inmediatamente que me habían estafado en ese instante.

Me acerque entonces al automotor, al verlo era un precioso carrito compacto de 4 puertas, negro, polarizado, hidráulico, nada ostentoso ni tan sencillo. Simplemente una maquina de transporte. Eso si, parecía estar casi nuevo. Casi nuevo por que al pasarle el dedo sobre el vidrio me di cuenta que tampoco estaba bien lavado.


-Bueno, si es mió probémoslo- Inserte las llaves, entonces sin ningún problema lo abrí. Con un poco de miedo me introduje en el, esperando que algún momento fuera a bajar alguien y gritara que le estaban robando el carro. Cerré le puerta. Y empecé a analizarlo. Primero tenía un desodorante con olor a Lima Limón. (Mi aroma favorito). Tenia un estereo y bajo este una pila de unos 12 CDS. al verlos había muchos CDS de grabación casera. Más uno de esos chafas que venden en la sexta avenida que decía "Lo más Chingón, del Reggaetton". -Puta madre, este carro no es mió.- Así que con miedo me di vuelta para ver si alguien me veía, o si la policía estaba apuntando ya. Baje la mirada a los asientos traseros cuando algo llamo mi atención.

Debajo de estos me di cuenta que había un bultito....un bulto rosado?. Estire el brazo, aun con miedo que alguien me viera irrumpiendo propiedad ajena. Jale el extraño paquete que resulto siendo una pequeña mochila escuelera. Al parecer una de niñas, lo deduje por el enorme diseño rosado de flores y una Barbie con sonrisa de idiota que tenia.

Por curiosidad decidí abrirlo, total que si ya me había metido a un carro que mas daba abrir la mochilita. Lo que encontré fue una muñeca, Barbie obviamente, una bolsita plástica de supermercado con ropa. Más un par de zapatitos tenis con lucecitas en la suela. Y un cuaderno de cuadricula, forrado nuevamente de rosado y dentro de este las clásicas tareas de pre-primaria. Planas de palitos, bolitas, curvitas, y todas esas torturas que alguna vez nos toco vivir. Decidí ver la portada del cuaderno, buscar un nombre que talvez me diera una pista del dueño del auto. Tratar de solventar mi falta devolviéndole sus llaves y para cobrarle los 50 pesos que me habían robado por una mala limpieza del mismo.

Extrañamente los nombres parecían haber sido borrados bruscamente, mas solo quedo el pequeño detalle del nombre de una escuela. ¨Jardín Planeta Mágico", Pero que nombre más tonto pensé en ese momento. Solo pude imaginar un pobre niño, que se acercaba a otro grupo de niños en la calle. -¡Mucha! ¿Puedo jugar fut con ustedes?.... Depende, primero decinos donde estudias y te dejamos de volante... -Pues yo estudio en el Jardín Planeta Mágico!!.

Ya solo pude visualizar como una horda de niños revoltosos empezaba a patear al pobre chico, y al unísono le gritaban. -Hueeeeeeeco!!....Hueeeeeeco!!.

Después de esa triste visión decidí salirme del auto, había pasado ya demasiado tiempo alucinando al pobre niño del "Jardín Planeta Mágico" y su respectiva golpiza, que cuando finalmente me puse un pie fuera, sentí una repentina vibración en mi otro bolsillo. Al Parecer era mi celular. Un celular que nunca había visto en mi vida, una de esas pequeñas computadoras de bolsillo, con todas las aplicaciones del mundo en la palma de tu mano. Esas maquinitas que tienen un precio desorbitante que prácticamente te servirían para dar el enganche de un auto, un lote, o hasta una casa. Su pantalla flasheaba la frase. "Mensaje nuevo".

Presione la tecla que decía abrir, y el mensaje indicaba: "Hay te acordas que la beba sale a las y media, no la bayas a dejar esperando mucho otra ves, te a...". -Te amo?- medite en ese instante. Presione la tecla de salir, me tiro al descansa pantallas inicial y me di cuenta que tenia la foto de una pequeña, que no aparentaba más de 4 años. Tenía carita somnolienta como que acababa de despertarse, y una trompita de molestia, un ademán borroso que daba la impresión que se había frotado los ojos y un cabello rizado un poco despeinado. Fue justo en ese momento que yo tuve una extraña sensación. Acababa de recordar que tenía una hija. Me dije a mi mismo -Que me pasa si es mi hija...- Pero a pesar que sabía que era mi hija no lograba reconocerla y sentí esa sensación escalofriante de Dejavú. Ya que por más que trataba de recordarla solo llegaba a la conclusión que era mía pero al mismo tiempo no.

Pero viendo el descansapantallas con esa fotita mal tomada, azulada por la falta de luz y de enfoque, que en la esquina superior de esta la hora del teléfono indicaba 18:27. -Hijuelagran....ya es tarde y la nena sale a las y media....Me entró el pánico. Sabía que debía recoger a esta niña, mi supuesta hija, más sumado al mensaje, que me indicaba que ya en varias ocasiones le había fallado y la había hecho esperar. Algo que es terrible para un niño pequeño. Ya que uno a esa edad, un retraso de un mísero minuto nos da la impresión de que nuestros padres nos han abandonado seguro por todos esos berrinches que acumulamos a lo largo de nuestra corta vida.

Estaba en un callejón sin salida. Donde mi única opción era cometer el delito de robo agravado de automotores ó abandono y negligencia hacia un menor. Decidí con mucho miedo la opción menos grave a mi personal parecer. Así que me introduje de nuevo al auto, decididamente lo arranque y patinando las ruedas en el asfalto decidí lanzarme tal cual kamikaze hacia la salida del parqueo...

Continuara...